El pasado mes de marzo, tuvo lugar en Madrid el XI CONGRESO NACIONAL DE NEUROPSICOLOGÍA, al que acudí como Neuropsicólogo del centro de día de la Asociación/Fundación ATENEU de Castellón en donde trabajo, y como investigador pre doctoral del Doctorado de Neurociencias de la Universidad de Valencia. De dicho congreso quiero destacar la ponencia sobre uno de los tratamientos más vanguardistas y esperanzadores aplicados al DCA, como es la terapia celular con células madre, actualmente en fase de ensayos clínicos, en los que ya se ha aplicado con éxito en personas afectadas de DCA, produciendo mejoras en la zona lesionada.
La terapia celular, pionera en Europa, es fruto de más de dos décadas de investigación liderada por el jefe del servicio de Neurocirugía del Hospital Puerta del Hierro de la Comunidad de Madrid, el Dr. Jesús Vaquero.
Consiste en la extracción de células madre adultas mesenquimales de la médula espinal del propio afectado que luego son cultivadas en una sala blanca, de condiciones ambientales especiales para evitar la contaminación externa, en dónde son cultivadas para conseguir su multiplicación. Posteriormente son inyectadas en la médula espinal y el líquido céfalo raquídeo de la misma persona afectada – hacerlo de manera autóloga se ha mostrado lo más eficaz – mediante el cual llegan al cerebro y producen mejoras en las áreas lesionadas.
Estas mejoras son objetivadas mediante pruebas de neuroimagen funcional donde se ha constatado un aumento del metabolismo de la glucosa en dichas áreas, y también en el aumento de los niveles del factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF) y la transdiferenciación probada de las células madre en neuronas y células nerviosas de soporte.
Recientemente, personas con DCA y enfermos de Alzheimer se han valorado cognitivamente antes y después del tratamiento celular desde el ámbito de la neuropsicología. Concretamente tras un año de tratamiento inyectando millones de células madre, por fases, se evidenciaron mejoras significativas a nivel cognitivo. En los casos estudiados de Alzheimer no solo se ha conseguido mantener el rendimiento en los dominios cognitivos evaluados sino que se han llegado a producir incluso leves mejorías, lo que supone un logro esperanzador a la hora de abordar también los procesos neurodegenerativos.